lunes, 28 de enero de 2008

A la mierda


Las emociones fluyen, nuestro cuerpo habla... a veces mucho a veces poco, pero habla. Expresa aquello que nos pasa por dentro y que nos demuestra que estamos vivos... eso a lo que podríamos llamarle alma...
Así de complejas y dispares son las sensaciones que en ella se movilizan y así de difíciles de explicar. Es tan delgada la línea que separa estos movimientos emocionales y los "clasifica" o que intenta catalogarlos que muchas veces se prestan a confusión, sobre todo cuando nuestro ser no está en equilibrio. Ahí es donde se te va todo a la mierda... de la noche a la mañana...donde el jodido pensamiento nos acecha otra vez y no nos deja disfrutar del encanto propio del sentir... sino que se apodera de nosotros y se envuelve una vez más en esa lucha eterna entre razón y corazón que nos hace tan especiales.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Si es verdad, a veces lo difícil es controlar la razón y otras el corazón. De todas formas, hay momentos en que no podemos controlar nada, y realmente se va todo a la mierda.. mejor resumido en esa frase imposible.
saludos

Anónimo dijo...

La lucha es permanente entre sentimientos y pensamientos. Hubo alguien -no me acuerdo quién- que aseguraba que ambos estaban localizados en la mente.
Nunca estuve de acuerdo.

Mi saludo.

Donato dijo...

Tu problema es que creés que el sentir es un ruiseñor en la jaula del pensamiento. Y, niña, el sentir es un océano y el pensamiento es el eco que nos devuelven los caracoles del mar, a destiempo, irreal y distorsionado.
Si le prestás más atención al pensamiento que al sentir, si escuchás más al eco del caracol que al océano, es porque tenés miedo a sentir, y avanzás con cautela para evitar ser lastimada. Quien vive así no vive.

Anónimo dijo...

Cecila, sabés que toda tu producción del blog me resulta muy interesante, pero imaginarás que éste artículo me llega de forma especial. Hasta parecería que fue escrito por o para mí.

El tema en sí es un tanto complicado. Como vos bien decís, las sensaciones son siempre difíciles de explicar, y a veces se confunden. "De la noche a la mañana" lo que parecía una chispa, puede convertirse en una hoguera, o viceversa. El corazón siente, pero no piensa, la cabeza piensa, pero no siente. Está en uno tratar de "equilibrarse", de ver las cosas con claridad, estar seguro de dónde se está, y ahí, recién ahí, darle rienda suelta a las tormentas de pasiones.
Hacerle caso sólo al corazón, puede hacernos hacer cosas de las que después nos podemos arrepentir. Hay que guiarlo, pero siempre tratando de no reprimirnos, y al fin de cuentas arrepentirse aún más, por no haber vivido.

Ceci Fernandez dijo...

Gracias José... esa frase me ayuda en muchas situaciones... es muy útil... como bien dijiste resume mucho.

Susana... he escuchado algo de eso, gracias por el dato igual=)

Tenés razón con lo que decís Donato... es muy cierto, pero no creas que es del todo lo que me está pasando... hay algo y algo... que es en parte lo que me inspiró para expresarme...gracias!

Olga karina, amiga... a veces nos pasa que alguien tiene en mente lo que uno en la suya...muchas veces decís estaba pensando lo mismo, o justo te lo iba a decir... quizás pensamos parecido o somos paecidas... demás está decir que estás en lo cierto.

Juan dijo...

A veces también se acomoda así tan fácil como se fue a la mierda. Es cuestión de no bajar los brazos.
Besos.

Berrysand dijo...

Amén!!!!

Horacio dijo...

ja, cagamos, volvió la luz