sábado, 14 de noviembre de 2009

5 o`clock


Ya eran las cinco de la tarde y el mundo estaba empezando a cambiar.
Cada vez que quería llamarlo me daba ocupado, entonces fue que decidí no llamarlo más, por las dudas que estuviésemos llamandonos al mismo tiempo. Se ve que el pensó lo mismo.Nunca más me llamó.Ni Siquiera me propuso tomar algún tipo de , como yo le había insinuado que hiciera, cosa que atrajo más mi atención.
Era loco darme cuenta que los días iban corriendo y las noches gateando, y que cada porción de paciencia que me había regalado, se había evaporado cual perfume barato.
Entonces fue que me dije: No vuelvas. No escuches, no digas nada de todo lo poco que tanto te envuelve y te atormenta. Se leve. Descuida cada detalle y se volverá significativo. Descubre cada instante y se volverá eterno.
Ya eran las cinco de la tarde y el mundo comenzaba a molestarme...

1 comentario:

Ciro Luna dijo...

Era loco darme cuenta que los días iban corriendo y las noches gateando


Me encanto esa metafora!

Saludos ceci