Cruda realidad

Mi precaria y poco abstracta mente no lograba comprender en mis años primeros como hacía papá Noel para llegar a todos lados.
Ese era un tema que me carcomía la cabeza. Por ahí me olvidaba, pero ya entrando en fechas prontas a las Fiestas, me acordaba otra vez y estaba todo el verano con eso.
Para colmo mi viejo me sugestionaba y me inventaba historias que más que buenas historias, eran sacrilegios mundanos de principio de siglo sin sentido que yo me creía como pobre boluda.
Y así crecí,creyendo. En Su Magia, en su Barba, en Su trineo. En su Risa y en Su amor. Yo siempre sentía que el gordo viejo nos amaba mucho(Cualquiera), no se porqué.
Lo que todavía no entiendo es como no me daba cuenta de la gran mentira.La evidencia estaba encima mío:No lo podía ver, La letra con el nombre en los regalos siempre era la misma que la de mi vieja o de mi tía y /o abuela (según la casa donde fuese a retirar el regalo), y lo peor: Jamás me traía lo que ponía en la carta( yo pedía cada cosa también).
Hasta que pasó.Lamentable fue el día en que con mi hermano encontramos los regalos en el ropero de mi vieja ( que boba la gorda también)... me costó aceptar esa realidad. Era darme cuenta que la nena tonta que era se estaba avivando, que la magia definitivamente no existía y que de ahi en más ya no estaría en vela esperando que el gordo fétido pasara por el árbol.
Papá Noel pasó a ser un invento épico una mala lengua que se convirtió en leyenda y que hizo vibrar a más de uno. A mi, por lo menos, Mucho.
Hoy por hoy,reconozco que no es lo mismo, pero puedo decir que se renuevan otro tipo de sensaciones. Con el tiempo se descubre que lo más importante no era el recbir algo, sino el hecho de compartir,el celebrar, el sentirse pleno y en familia al menos por un día. Gracias a Dios la magia se reinventó. Con otros móviles con otro sentido pero sin perder nunca la gracia de pensar que algo Zen hay en todo esto de la Navidad.Imperceptible quizás, pero Zen al fin.
¡Feliz Navidad gente!