La comilona de siempre

A veces me pregunto porque se festeja... Porque existe esa cuestión tan arraigada de imponer fechas importantes en la vida de la gente, que se parsimonian y se condecoran.Y se come y se chupa y se gasta y se regala y se saluda...
Suele pasar que el grado de complejidad del acontecimiento o fecha en cuestión es directamente proporcional al gasto del festejo. Llanamente una porquería, porque decime, que diferencia hay entre cumplir 14 y cumplir 15 años?? Ninguna, o si, Una: unos 15000 pesos de diferencia, un detalle no menor, claro. Lo mismo pasa con el casorio. Se supone que lo que se celebra es la unión del amor, la entrega y la continuidad y prosperidad en una pareja... pero en realidad, con el amor no hacés nada, el amor no paga los miles de pesos que valga la fiesta... ni mucho menos mata la puta rutina y la vorágine que hace que se casen a todo traste para después separarse ... entonces volvemos a lo mismo, la cuestión de comer con el objetivo de atorarse, mucho, de todo, variado.Gastarrr en todos los detalles que considerados (errónea y estúpidamente) necesarios después nadie los percibe, chupar hasta que no hay más... ( después se van todos) y el orgullo del que organiza por demostrar que puede hacerse cargo de la joda. Es una cuestión de demostrar y no de disfrutar... es el compromiso social, del asunto. En todas las fiestas, el anfitrión termina invitando a alguien que no es de su agrado... y porque??? por el hecho mismo del aspecto social, alienado y meramente estético del festejo. Por eso es que detesto cumplir años...
Y si, hoy es mi cumple...